En el Teatro Cómico Principal de Córdoba y hasta el 21 de mayo de 2017 se presenta la exposición HISTORIA GRÁFICA DE LA GUERRA CIVIL EN CÓRDOBA, una interesante muestra de fotografías de cómo se vivieron esos tristes hechos en Córdoba y provincia. Se incluye en la Sección Oficial de la XV BIENAL DE FOTOGRAFÍA DE CÓRDOBA.
El objetivo de esta muestra, señala Juan Manuel Fernández Delgado, comisario de la Exposición y propietario de la colección expuesta, es que "se acceda a nuestra historia, siendo la fotografía un excelente vehículo para ello. Para que esas imágenes cobren mayor sentido y sean mejor valoradas, consideramos fundamental acompañarlas con documentos, prensa y objetos de la época, que sitúen al visitante en su contexto. La novedad es hacerlo con la capacidad de superar las emociones que otorgan la madurez histórica y el rigor académico, para mostrar piezas que han permanecido ocultas, en su gran mayoría, hasta ahora.
El material que aportamos conforma una de las colecciones vivas más importantes de cuantas se conservan. Constituye un acervo trascendente y fidedigno para Córdoba. Crucial para que nuestra historia, desprendida por completo de otros intereses, sea mejor comprendida; facilitando el camino a futuros estudiosos y para que la sociedad cordobesa pueda crecer con la auténtica libertad que otorga el conocimiento de sí misma".
Sin embargo hay una circunstancia que empaña el resultado final de la visita: la prohibición de hacer fotografías en la Exposición.
Estamos acostumbrados a las prohibiciones caprichosas en muchos museos, para que no se tomen fotos, ni aún sin flash. Prohibiciones, en las que en la mayoría de las ocasiones, nadie acierta a entender el motivo, ni quien estableció tal negativa, pero que diligentes seguratas o funcionarios cumplen con el máximo rigor, no fuera que alguien secuestrase el aura a las fotos.
Resulta sorprendente que la Bienal haya consentido la exigencia del propietario de la colección, cuando se expone en un edificio público de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Ignoro si son públicos también, los fondos con los que se ha producido la Muestra.
Nada hay más anacrónico que una exposición de fotografía en la que está prohibido hacer fotografías, ni siquiera, como en este casao, cuando el propósito es difundir la Exposición y animar a su visita.
